Conociendo Frankfurt, centro financiero de Alemania
Relatos de una viajera…
Después del crucero por el Río Rhin, todos subimos a la furgoneta para dirigirnos rumbo a Frankfurt.
Vista del río Meno y a lo lejos la Catedral de San Bartolomé.
Entramos a la ciudad y empezamos con un recorrido por la ciudad a bordo del vehículo, mientras nos explicaban que Frankfurt es conocida por ser el centro financiero de Alemania, por ser una ciudad industrial, entre otras cosas, y por lo tanto es de las más importantes e internacionales del país. Era impresionante ver los rascacielos, casas súper bonitas y calles muy limpias y ordenadas.
Vista de las calles, casas y en general de la ciudad
Después del paseo en la furgoneta, nos llevaron a la Plaza Römerberg, que es un icono de Frankfurt, está ubicada en la llamada ciudad vieja (Alstadt). Esta parte de la ciudad hace un contraste muy lindo entre lo moderno y lo histórico, te hace transportarte a otra época. Ahí pudimos admirar muchas casas tradicionales y edificios históricos como el Römer, que es el hermoso edificio del Ayuntamiento y el más fotografiado.
Römer, el hermoso edificio del Ayuntamiento en Frankfurt.
En el centro de la plaza está Gerechtigkeitsbrunnen o Fuente de la Justicia, que justo la estatua representa la justicia con la balanza en la mano, pero sin la venda en los ojos. También pudimos ver la antigua Iglesia de San Nicolás, había muchos turistas y gente propia de la ciudad.
Plaza Römerberg, que es un icono de Frankfurt, está ubicada en la llamada ciudad vieja (Alstadt)
Por el frío que hacía, llevaba un tipo de chamarra afelpada café, muy calientita, que tiene un gorro con orejitas y obviamente parece un oso; yo notaba que la gente me quedaba viendo o me saludaba pues era evidente que llamaba la atención (hasta nuestros guías se les hizo curioso), después de un rato caí en la cuenta que el osito de peluche es representativo de Alemania y que además hay una tienda llamada Teddy Paradise en esa plaza. En la entrada hay un oso muy grande, ¡más grande que yo! Hubiera querido traerlo, pero no me dejaron… sólo pude sacarme una foto con él.
Pareciera que me disfracé de oso… jajaja
Nos dieron un tiempo para recorrer la Plaza, así que caminamos hacia Eiserner Steg (puente de hierro) y desde ahí pudimos admirar la vista del río Meno; a lo lejos, del otro lado del puente, podíamos ver Dreikönigskirche, una iglesia neogótica muy impresionante, hubiera querido visitarla, pero desafortunadamente nos daba tiempo.
También desde ahí se observa el rascacielos del Banco Central Europeo. Si vas con tiempo puedes tomar un ferry para un paseo por el río.
Aquí vemos el Historisches Museum Frankfurt enfrente al río Meno.
Después de ahí, visitamos algunas tiendas de recuerdos y me llamó la atención una en especial, que si mi memoria no me falla, sino ya me corregirá mi amiga, solo le vendían a gente de China, ¿¿Porqué?? Nunca entendimos, quizá aceptaban únicamente moneda china o algo así… pero en fin. Seguimos caminando y llegamos a catedral de San Bartolomé (Kaiserdom St. Bartholomäus), también con una arquitectura imponente, muy bonita por dentro y por fuera.
Catedral de San Bartolomé (Kaiserdom St. Bartholomäus)
Nos recomendaron un lugar para tomarnos un cafecito, y como aún nos quedaba algo de tiempo, fuimos a ese lugar y resultó que una de las personas que atendían, hablaba español y nos fue mucho más fácil comunicarnos. Pedimos café y unas crepas, todo estuvo delicioso.
Nos volvimos a reunir con nuestro grupo, ya era de noche y era momento de llevarnos a nuestro hotel; pasaríamos la noche en Frankfurt, en el hotel Tryp By Wyndham, de acuerdo con el itinerario de la agencia.
Ya estando en el hotel, yo tenía hambre (creo que siempre tengo hambre ) y nos habían hablado mucho de la salchicha de Frankfurt, pero no habíamos tenido la oportunidad de probarla; mi amiga me dijo que si quería, fuéramos a buscar algo de comer, así que nos abrigamos y salimos. No teníamos idea de donde ir, así que lo dejamos a la suerte y nos fuimos a la izquierda. Ya llevábamos caminando varios cuadras y nada, lo único que encontramos fue un lugar de pollo rostizado, pregunté y ¡sorpresa! También vendían la auténtica y tradicional salchicha Frankfurt, nada que ver con la que venden en los supermercados de México.., definitivamente no hay como probar las comidas tradicionales en su lugar de origen, estaba riquísima y con la combinación con la cerveza pues ¡más!. Creo que el dueño, ya no iba atender al público porque parecía que iban a tener una reunión con amigos, pero yo creo que nos vió con cara de “extranjera con hambre” que nos atendió ja ja ja. La verdad se portó muy amable con nosotras y a pesar de estar en su reunión, estuvo pendiente de que no nos faltara nada.
Ya de regreso al hotel, en el camino nos llamó la atención las máquinas de cigarros; en Alemania y como casi todo el mundo, está prohibida la venta a menores de edad y aquí lo regulan con la verificación de edad a través de la tarjeta de la identidad, permiso de conducir, etcétera. Súper bien, no?
Así terminó nuestro día conociendo Frankfurt, el centro financiero de Alemania, y ya con el estómago lleno y el corazón contento, como dicen las abuelitas, nos fuimos a dormir pues al día siguiente nos esperaba una nueva aventura en Nuremberg y Munich.
“Próximamente en Relatos de una viajera…. nuevos amigos y aprendí que no está de más preguntar a la gente si hablan español, podría ser muy útil…. ja!”
No cabe duda que los viajes ilustran y con interés se llena uno de lo maravilloso de las ciudades que hay en el mundo.
La forma de relatar sus pasos por todo lo vivido de las ciudades emociona ….aplausos…….